Para gustos los colores y para bodas las parejas. Crece la diversidad de celebraciones, adaptadas ya al gusto de sus protagonistas, lejos de los protocolos más férreos del pasado. Una variedad que, no obstante, exige un esfuerzo de imaginación y de implicación que antes no se requería. Las bodas modernas se adaptan más al estilo y personalidad de los novios, pero también pueden ser más complicadas de organizar. De ahí que la figura del wedding planner sea cada vez más solicitada.
Las bodas cambian, como los tiempos, y lo hacen tanto para los novios como para los invitados. Si estás en el primer grupo y aún no te has decidido por tu tipo de boda, este post te interesa especialmente. Lee con atención y elige tu propia boda. Porque, como dice un refrán popular, “para dos o tres veces que uno se casa en la vida… hay que hacerlo bien”.
La boda más original del mundo
Es una opción. Montar una boda de la que todo el mundo hable, que salga incluso en aquella sección del ¡Hola! llamada ‘Mundo singular’. Es decir, organizar una boda especial, que se convierta también en una experiencia para tus invitados y no tanto en un compromiso o, ay, una obligación.
Para ello, tampoco hace falta que emules aquella boda por el rito zulú de Lauren Postigo ni que descendáis en helicóptero ante el altar elevado para la ocasión. Elegir un lugar exótico para casarse es ya, per se, un elemento que hará de vuestro enlace una ocasión para recordar. Los lugares abandonados, viejas fábricas, campos de fútbol en desuso, estaciones de trenes fantasma, ermitas remotas e inaccesibles, o incluso faros… son sitios únicos para celebrar un momento memorable.
Hay tantos tipos de ceremonias de bodas como novios. De vosotros depende crear un evento especial. ¿Os gusta el mar y el mundo marino? Una boda en una isla es una elección bien simpática. La octava (y no del todo conocida) isla canaria de La Graciosa, al norte de Lanzarote, podría ser un enclave perfecto para una boda original. Eso sí, cuidado con el calzado, porque en toda la isla no hay un solo gramo de asfalto y la arena cubre toda la superficie…
Distintos tipos de banquete
En el abanico de bodas a elegir, tenemos las bodas con los invitados sentados y bodas de pie, dos formatos con sus respectivas ventajas e inconvenientes. Las bodas tipo cóctel son una estupenda opción sobre todo si el grueso de tus invitados es gente joven que no tiene problemas en permanecer de pie un largo (y agradable rato).
Claro que la opción tradicional sigue siendo un caballo ganador, pues permite reunir en torno a una mesa a aquellos comensales que consideras que deben estar juntos. Y, ya se sabe, de una boda sale otra boda. ¡Los solteros agradecerán esa labor de celestinaje!
Otra opción que gana enteros es la del banquete con ‘corners’ o estaciones de comida. Un modo informal y práctico de organizar tu comida de bodas, de tal manera que sean los invitados quienes se aproximan al ágape y no al revés. Esto te permitirá ofrecer distintos menús, ya sea por organización temática, regional, cultural o por tipos de alimentos: salados, dulces, agridulces, para celíacos, etc.
Bodas campestres
¿Quién no ha soñado con casarse en pleno campo, con los prados refulgentes del primer verdor de la primavera y un cielo azul que promete felicidad? Deberás elegir un lugar adecuado y, en este caso, cobra importancia de nuevo la elección de un ‘wedding planner’, ya que son bastantes los detalles que hay que tener en cuenta para casarse en el campo.
Deberás elegir un lugar apto para acoger a los invitados y que permita acceder a un catering, así como las condiciones de seguridad necesaria y los servicios básicos. Hay que habilitar espacios como servicios y lugares a la sombra, por lo que es buena idea realizar estas bodas rurales en torno a una gran casa de campo que pueda servir de base de operaciones.
La importancia de las flores en una boda
También es bueno no ceder toda la belleza a la fuerza de la naturaleza y contratar a una empresa de arreglos florales para que saque más partido aún a ese enclave maravilloso. Y un grupo de música folk, que acompañe con sus instrumentos los momentos más entrañables del banquete.
El abanico de opciones es amplio y, si se hace con amor, será una boda inolvidable. No dudes en ponerte en contacto con Villa Laureana si lo que buscas es una boda en una finca con todas las comodidades y la experiencia de años de celebraciones. Te esperamos.