Los primeros años de casados se celebran con materiales (metafóricos, simbólicos) blandos: el papel, el algodón, el cuero, el lino… Y no es hasta el sexto año de casados que la cosa coge consistencia, puesto que es sexto aniversario de bodas cuando se celebran las bodas de hierro. Primera etapa, pues, en estos de los años ‘duros’, como lo son también los aniversarios de postín, como las bodas de plata, de oro o de diamante.
El por qué de estos materiales asociados a los aniversarios de boda no está del todo claro, pero se supone que responde al regalo que se ofrece en tan señalada fecha. Así, las únicas bodas con valor literal serías las de los metales preciosos antes citados, porque no hay muchas casas de empeño de madera, arcillo, aluminio o cualquiera de los cien materiales que hay descritos para cada uno de los cien años de vida en común que podría vivir la pareja más longeva (y amorosa del mundo).
¿Qué regalar en las bodas de hierro?
Así como en otros aniversarios (feldespato, hiedra) es más peliaguda la cosa, las bodas de hierro ofrecen algunas ideas originales. Habrá que conocer los gustos del marido o esposo, claro, para dar en el clavo. Porque, si a uno de los miembros de la pareja le gusta el golf, el regalo viene dado: un buen hierro cinco, por ejemplo. O, qué diantre, toda una bolsa de palos de golf.
En inglés, hierro se dice iron, que a su vez significa plancha. Hoy puede resultar incluso ofensivo regalar un electrodoméstico para celebrar nada, pero una plancha de alta tecnología puede ser una idea práctica y también un guiño divertido. Eso sí, que vaya acompañada de una cena por todo lo alto, con mejillones al estilo belga, que contienen mucho hierro, o una buena mariscada, que también contiene esos elementos buenos para la salud del mineral hierro.
Detalles en hierro para simbolizar el amor
Luego están los detalles ferrosos, digamos, para celebrar las bodas de hierro. Una opción socorrida y romántica son candados de hierro para fijar en algún lugar especial (quizá en un puente parisino, y así vistáis la torre Eiffel, por rizar el rizo del hierro) de la pareja, con una inscripción que inmortalice tan señalada fecha.
Es decir, cualquier objeto en hierro será un buen símbolo para la fecha, además de que aguantará, como poco, seis años más. Una buena estantería de hierro, o un cuadro con un marco de hierro o, en un plano más artístico, una escultura realizada en hierro. Incluso una pequeña estatua de la pareja realizada en ese material por un artista que acepte el encargo. Sin duda, uno de los mejores regalos para las bodas de hierro imaginables.
También valdrían unas monedas de hierro, elegidas con cariño en una tienda numismática como las que hay en algunas plazas mayores, como símbolo de la prosperidad de la pareja, como una manera de renovar los votos matrimoniales que llegan con las arras.
En cualquier caso, que no falte ni el hierro ni el amor. Ni mil ideas maravillosas para celebrar el sexto aniversario. Y queréis celebrar el aniversario en Villa Laureana con un menú con mucho hierro y más romanticismo, solo tenéis que pedirlo. ¡Os esperamos!