No hay burlas con el amor, decía Calderón de la Barca, pero tampoco hay fechas más propicias que otras para casarte. Porque todas tienen su encanto y en Villa Laureana somos muy amigos de celebrar las bodas en lo que se considera, quizá injustamente, temporada baja. Bodas de invierno, bodas de otoño, bodas más recogidas, fuera del calendario habitual (y, por otra parte, más saturado), este tipo de celebraciones gozan de un prestigio al alza.
Además, tienen sus protocolos propios, sus rituales propios y, claro está, su particular ‘dress code’. El “qué me pongo” cobra especial importancia en estos casos, ya que los vestidos de novia en invierno tienen su particular corte, tejido y, también, claro está, su particular elegancia.
Veamos ahora algunas pistas respecto a los trajes de novia de invierno con los que lucir de manera espectacular y aportar el brillo y la luz necesaria en la estación más oscura.
Los mejores ‘looks’ para tu boda invernal
Hablamos ahora de vestidos de novia en invierno y de un estilo nupcial adecuado a la estación que incorporará cuellos altos, mangas más largas, elementos más protectores y que arropan como las capas, y tejidos como el terciopelo, el tweed, el punto... Las bodas de invierno también permiten lucir de otro modo, ya que también entran en juego, para las novias pero también para las invitadas, prendas como los guantes, los chales y las estolas. ¿Qué es una estola, te preguntas? Seguro que has visto muchas en el torso de los sacerdotes. Pues bien, esa prenda con aspecto de bufanda larga, que se rodea el cuello y cae a lo largo del pecho hasta casi las rodillas, es una estola.
Volviendo con el vestido de la novia, el invierno pide telas más gruesas, sobre todo si te vas a sacar por la Iglesia, ya que los templos cristianos no son precisamente saunas de diciembre a marzo. De ahí que sea buena idea, para el confort de la novia y que no se pase la ceremonia tiritando, que apuesta por vestidos con telas gruesas y abrigadas, como el satén, mikado, terciopelo o incluso lana.
Los vestidos con mangas largas, como se dijo, y los tres cuartos, son también una buena opción, sobre todo si van rematadas con algún elemento de encaje, que siempre aporta ‘grandeur’ al conjunto. Respecto al tipo de vestido para tu boda de invierno, es la ocasión para apostar por la espectacularidad: los vestidos de sirena o princesa pueden ser ideales para una boda invernal, ya que brindan una sensación de elegancia y sofisticación.
Más detalles y complementos para la novia de invierno
Una vez sentadas las bases del look nupcial de la novia, cabe hablar de complementos y detalles no menores. ¿Es buena idea lucir escote en una boda invernal? Aquí hay debates para todos los gustos, pero son muchas las voces que dicen SÍ y que proponen, sin ir más lejos, ideas como el escote cuadrado, o el escote de pico de espalda combinado con mangas largas (de encaje, a poder ser).
También son muy elegantes los escotes en barco, de líneas geométricas, en vestidos de mikado y, si quieres dar la campanada, opciones más barrocas como un vestido estilo princesa con corpiño de cuello alto. El invierno también es tiempo para el atrevimiento, para el juego, para que se cuele la seducción y hasta un punto sensual. ¿Acaso el Carnaval no se celebra en invierno? Sí, justo antes de la Cuaresma, de ahí que tradicionalmente se concediera ese espacio para los banquetes y cierta lujuria antes de los días más rectos que anteceden a la Semana Santa.
Dicho esto: aquí tienes otra idea. Convierte tu boda en un carnaval veneciano y el baile en una danza de máscaras. En Villa Laureana no solo nos encanta la idea, sino que, con la ayuda de nuestro wedding planner, lograremos que la hagas realidad, con la decoración y el ambiente adecuado.
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